En las llanuras no había nada más para ver: una expansión sin límites de pasto bajo enormes nubes bajas, y ninguna indicación de que una ciudad pudiera estar cerca.
(Roberto Bolaño: El gaucho insufrible)
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Kim fue a manejar a través del vacío, con dirección a Santa Rosa y a Río Grande. Las llanuras interminables y el cielo sin fin pasaban volando, nada de qué agarrarse excepto la línea del horizonte. Uno podía sentir la presencia del tiempo directamente donde nada cambiaba, excepto la luz. Su obra refleja esta experiencia del tiempo.
Enfrentó dos bordados hecho a mano en el campo con 5 fotografías que sacó a través de la ventana de su coche mientras manejaba hacia Santa Rosa. Sobre la línea del horizonte de esas fotos
bordó una línea naranja.
(texto por Jonis Hartmann)